El Rocío es probablemente el lugar donde se produce la mayor peregrinación en el mundo. Visitarlo durante la semana de festividades religiosas es una experiencia inolvidable, así como fuera de dicha semana, cuando se convierte en un auténtico oasis de paz. La belleza del sitio, sus calles de arena, el sol radiante bajo un cielo muy azul, las maresmas con sus caballos, las aves y otros animales del Parque Nacional de Doñana, el ambiente en torno a la Virgen y al centenar de hermandades, hacen que una visita al Rocío se imponga como necesaria peregrinación al menos una vez en nuestras vidas, dentro y fuera de la semana rociera.
